martes, 26 de abril de 2016

¿ ESTAMOS DEPRIMIDOS O SOMOS DEPRESIVOS ?

La depresión, que hasta hace poco tiempo no se la denominaba enfermedad, hoy, considera la OMS, es la enfermedad más extendida en nuestro mundo (desarrollado-occidental) y hay razones para ello de orden metabólico. Pero ¿cómo sabemos si estamos deprimidos o somos depresivos?
A través del "DSM o del CIE 10", instrumentos gnosográficos y gnosológicos para agrupar y describir las enfermedades psíquicas, indican 9 síntomas para saber si estamos deprimidos, de los cuales se han de presentar 5 durante, al menos, un mes. Pero aún así, no nos dicen estos síntomas si somos depresivos o sólo estamos deprimidos.

Les propongo un método más sencillo: una sola pregunta a la que ha de corresponder una respuesta...
¿EMPEZAMOS OTRA VEZ  u  OTRA VEZ EMPEZAMOS?
Si tu respuesta corresponde a este momento... puedes estar deprimida-o y si ya es una constante que se viene repitiendo en tu vida... puedes ser depresivo-a.

La pregunta parece un juego de palabras, y lo es, pero con gran contenido diagnosticador.
El solo enunciado "empezamos otra vez" evoca disposición para emplear energía en la consecución de un objetivo; en cambio "otra vez empezamos" provoca en nosotros la percepción del cansancio que arrastramos, de la fatiga a la que no encontramos sentido, o con escasas probabilidades de alcanzar los objetivos que nos proponemos lograr. En realidad deberíamos decir y escribir "oootra vez empezaaamos".

El "empezar" es tarea de todos los días si logramos despertar del sueño con algún tipo de conciencia de que estamos ante un nuevo día, ante una nueva tarea, ante un nuevo objetivo o un nuevo reto. Cuando perdemos la conciencia de que estamos ante algo que puede cambiar... hemos decretado la muerte pero, si aún esperamos que algo cambie "empezamos", porque la vida es la constante iniciación en pro del objetivo de vencer las dificultades y de vencer la muerte.

Cada día" empezamos otra vez" u "otra vez empezamos"... a movernos físicamente y si empezamos con cansancio, fatiga, tedio o irritación es que estamos deprimidos orgánicamente, psíquicamente, mentalmente o todo junto y si esto ha sido frecuentemente así, aunque lo hayamos llamado pereza o sea consecuencia de algún tipo de traumatismo, es que somos depresivos.

Empezamos, a relacionarnos o a no hacerlo... cada día, otra vez:
  • empezamos con cada miembro de nuestra familia y su carácter e historia, otra vez;
  • empezamos a realizar el trabajo, otra vez, o robamos el trabajo de otro-s, que nos da el sustento para seguir viviendo, es decir, para seguir venciendo;
  • empezamos a relacionarnos, otra vez, o a evitar relacionarnos con nuestros "próximos-prójimos" para ser personas entre personas;
  • empezamos a interaccionar políticamente o a-políticamente, otra vez, para transformar la realidad o nos contentamos con lo que otros hagan y, entonces, no empezamos sino "nos empiezan y despiezan";
  •  empezamos a proyectarnos con sentido místico de trascendencia, otra vez, o nos da pereza cuestionar nuestra existencia;
  • empezamos a crear, otra vez, espacios estéticamente disfrutables por todos (espacios de buen humor = "h-amor") , en los sitios en que nos movemos o espacios de dificultades y mal gusto.
Y si estamos deprimidos... ¿necesitamos hacer algo o esperamos que algo pase y nos saque de la depresión?

Una sola respuesta: SALGAMOS DE NOSOTROS MISMOS, de nuestro teórico espacio de confort y vayamos en busca de otras personas, en cualquiera de las dimensiones del "empezamos" antedicho,  simplemente porque nos necesitan, y experimentaremos el efecto sanador de la anti-depresión como factor "multiplicador exponencial": ¡ está comprobado ! y la llamada psicología positiva hace de ello la columna vertebral de su pensamiento. Pero, para que esto sea eficiente hay que hacerlo cada día, porque cada día empezamos a vivir y, si no, morimos. "Danos hoy, nuestro pan de cada día".

¿ Y si no queremos salir de nosotros mismos, de nuestro espacio de confort ?...
Iremos ahondando la depresión desde el "estamos deprimidos hacia el somos depresivos".

Y ¿ los psicofármacos, en este caso, resolverán el problema ?...  Recordemos que la medicación es ayuda para todo pero solución de nada.


viernes, 15 de abril de 2016

LA CONDUCTA LUDOPÁTICA Y SU CONDICIONAMIENTO INICIAL

Me sugiere este post la pregunta de un amigo "¿por qué entré a un casino, por primera vez en mi vida y sin compañía, a las 9 de la mañana para salir cinco minutos más tarde?"
La respuesta más fácil de dar es... porque tenías curiosidad y tenías miedo de ser identificado. Pero creo que esta respuesta es demasiado simple y el tema merece profundización, de mi parte.

La ludopatía es hoy un problema de salud político-social, vale decir, un problema que puede fácilmente adquirir dimensiones de pandemia (patología muy extensa en las distintas poblaciones y difícilmente controlable), en todos los países en los que se preconiza la "libertad como el absoluto" que identifica a los gobiernos democráticos y que regulan la bondad o no bondad del actuar libre de los individuos, por el consenso de las mayorías.
¿Será cierto que el consenso de las mayorías es sinónimo de haber alcanzado "la verdad" de algo?

Ludo-juego y patos-enfermedad (el juego como enfermedad) en contraposición con el juego como la primera forma de aproximación al conocimiento (de niños todo -bueno o malo- lo aprendemos jugando) y sigue siendo el mejor método (en la vida adulta) para fijar en nuestras mentes cualquier aprendizaje con el menor esfuerzo posible = el esfuerzo que aprendimos a hacer de niños para aprender algo.
De lo dicho se deduce que la ludopatía es el recurso espontáneo a que acude nuestra memoria para encontrar algún mecanismo infantil que nos permita compensar las molestias de la vida adulta y alcanzar "bienestar" cómodamente. 
Esto equivale a revivir nuestra fantasía infantil de "sentirnos bien" (pasar un buen rato con alguna amistad, jugando a algo, incluyendo nuestro propio cuerpo). Pero no es a esto a lo que llamamos ludopatía, sino al uso obsesivo del juego para obtener ganancias pecuniarias, que puedan suplir al trabajo honrado y ordenado legalmente. Este proceder, lógicamente (resultado de la mentira en que nos hace incurrir nuestra memoria infantil) afecta al orden económico-social de los Estados, a la salud-social e individual y al orden social-familiar.
Por eso el juego se transforma fácilmente en una patología; pero toda patología tiene varias causas motivadoras (nada es monocausal) que es necesario identificar en nosotros y/o socialmente, para afrontar esta enfermedad de manera preventiva o curativamente.

La primera causa motivadora y desencadenante de los comportamientos ludopáticos que, luego, se transformarán en conductas ludopáticas y, finalmente, en la ludopatía es la "personalidad obsesiva" cuyo fundamento será "el carácter no educado" en la aceptación de límites para ser positivamente creativos (por el contrario, caracteres maleducados y librados a la espontaneidad de la mal llamada "autoestima"). 
 Este es el factor que nos condiciona a recurrir a la memoria (fijada como aprendizaje) de la fantasía infantil  del juego y así evadir los comportamientos de la vida adulta. Pero a él se añaden conductas socio-legales, (la libertad de trabajo y de expresión) que al ser usadas, legalmente, desencadenan en nosotros otras respuestas de motivación psicológica para no acudir a conductas creativas-adultas y que también desencadenarían en nosotros emociones gratificantes pero que, al mismo tiempo, nos exigirán esfuerzo.

La segunda causa motivadora de la ludopatía es la subyugación por el sonido o ruido, la aglomeración de gentes y por la luz, y más aún si estos tres estímulos se mueven.
Coincide esta motivación con el dicho popular de "¿donde va Vicente?: donde va toda la gente"  (con perdón de quienes se llamen Vicente) 
Todos somos testigos de la aglomeración de las gentes ante accidentes o ante fenómenos incontrolados de la naturaleza, de igual manera que nos aglomeramos en conciertos, pasacalles, manifestaciones sociales, romerías, procesiones, ferias populares o, por último, para ver pasar el tren o despegar a un avión o contemplar el movimiento de un río o del mar
La explicación es que nos vemos atraídos, inconscientemente (= diencefálica-rinencefálicamente), por la vida, que se manifiesta fisiológicamente y/o socialmente por el movimiento, porque la vida es movimiento. En consecuencia cuando se nos ofrece algo a través del movimiento, de luces y sonido, acudimos a ello como los insectos nocturnos a cualquier emisor de luz y, como a ellos, se nos puede engañar fácilmente.  ¿No es así como los casinos anuncian la "vida que nos pueden prestar?

La tercera causa motivadora de la ludopatía es el miedo a la soledad que deriva de la carencia educativa en la valoración de la soledad creativa (les remito, amigos, a los post compartidos  sobre este tema)
Quienes no hayan sido educados en el gusto por la soledad-creativa y el silencio que la acompaña, se verán tentados-as a buscar obsesivamente distractores y ¿qué mejor que los distractores sociales donde podemos ocultar o camuflar los temores propios, a través de los comportamientos de los que nos rodean o de los que organizan los distractores?
Esto es especialmente eficiente si va acompañado de luces y sonidos que tienen la propiedad de cegar la visión y de impedir la audición de nuestros miedos o acompañado del ruido de un grupo de gente (equipos de camaradería) que nos alientan a salir de los espacios de soledad y silencio productivos... pero también la luz y sonidos de los juegos electrónicos (ninguno de estos factores están puestos al azar) alcanzan a darnos igualmente las emociones adrenalínicas y dopaminérgicas que alcanzamos con las motivaciones lúdicas socializadas. (así funcionamos con los juegos en red)

La cuarta causa motivadora de la ludopatía es la necesidad de lo mágico para facilitar la vida; los juegos de azar, la buena racha, la suerte esquiva... en buena cuenta, lo que sea que nos libere de la necesidad de trabajar para subsistir decorosamente y para perder la consciencia de solidaridad-necesaria para ser personas entre personas.
Nada mejor para lograr esta liberación que involucionar a los estadíos de la infancia, tiempo en el que, jugando, éramos el centro del mundo que nos rodeaba y en los que los adultos tenía la obligación de suplir todas nuestras necesidades y carencias.
Ahora, de adultos, los organismos estatales y las empresas que manejan las iniciativas lúdico-sociales no sólo no van a cubrir nuestras necesidades, sino que las van a explotar para su rentabilidad económica, sin importarles ninguna otra regla a excepción de la impuesta por la moral transaccional y carentes de toda proyección ética.
No necesitan conciencia ética porque cuentan, a su favor, con nuestra memoria infantil (caracterizada por la conciencia a-moral) que, frente a las frustraciones que nos impone la vida adulta, nos impulsa a buscar en el "ocio no creativo" el pensamiento mágico.

La ludopatía (por ser expresión de "obsesividad no creativa o de creatividad negativa", como todas las conductas adictivas) tiene la propiedad de anestesiar todos los niveles de nuestras conciencias y de nuestra consciencia de persona humana y nos convierte en mitómanos, con propensión degenerativa hacia la psicopatía aguda (psicópatas potenciales o encubiertos por el uso de medios legalizados a través de legislación democrática, cuya expresión más claramente delatora es la mentira) 

¿Contamos con medios terapéuticos contra este mal-pandémico, del que se habla muy poco porque hay amplios y poderosos intereses economicistas implicados que obstaculizan el abordaje del mismo?

Tecnológicamente, SÍ, pero exigen como pre-requisitos: reconocimiento explícito de los-as ludópatas de su mal; consentimiento-eficiente para someterse a tratamientos terapéuticos; perseverancia de largo alcance temporal para hacer remitir los daños causados a sí mismos-as, a los grupos sociales de que forman parte; voluntad para restituir los daños ocasionados (en tanto esto sea posible) e implementación de sistemas terapéuticos-multiprofesionales de comprobada eficiencia.

Siendo cierto que cada paciente es diferente a los demás tienen, no obstante, comunes denominadores que nos permiten afirmar que el abordaje de mayor eficiencia  en el tratamiento de las dependencias (también de la ludopatía) es la combinación de psicofármacos con psicoterapia cognitivo-conductual.  Y se potencia más la eficiencia terapéutica por las técnicas grupales que por las individuales. 
 
 

sábado, 9 de abril de 2016

EL "POLIAMOR", ¿ ES UNA NUEVA FROMA DE VIDA FAMILIAR O SOCIAL ? y...¿ no debería llamarse "POLIGENITALIZACIÓN" ?

Hace unos días recibí una invitación de una persona por la que tengo mucho aprecio intelectual para tratar este tema; con gusto lo afronto aunque, a decir verdad, bastaría que nos remitiéramos a varios post ya escritos: "Los adulterios están de moda..." "Las histerias de los adultos 1 y 2" "El amor está herido de muerte....1, 2 y 3" "Nuevas formas de familia.... 1, 2 y 3"

Este tema es tan viejo como la humanidad; quizás por eso le han puesto nombre griego: "poli" y le han añadido "amor" como adjetivo que, junto a otros adjetivos, pretenden hacerle sonar a mucha actualidad: "swingers",  "ambiente G, de LGBT" ( lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero), "toy-boy".

Con precisión sincrética puedo decir que el "poliamor" no es otra cosa que PROMISCUIDAD-ES, INCONTINENCIA-S e HISTRIAS DE ADOLESCENCIA TARDÍA. De todos estos temas he escrito en los post-antedichos pero, con gusto puedo hacer algunas puntualizaciones.

En primer término: afirman los adeptos a estos comportamientos que la monogamia "no es natural" pero NO ES CIERTO. Sí es verdad, en cambio, que la monogamia no es espontanea, pero SÍ es natural.
La monogamia es una "creación cultural, una invención social" y  todo cuanto es producto de la inventiva y de la creatividad es lo ÚNICO NATURAL a las personas humanas, guiadas a ello por el cerebro pre-frontal  y que no encontramos en ninguna otra especie animal.  Es muy importante no confundir lo espontaneo (lo que me provoca, lo que se me antoja, lo que me convine, lo que me gusta) con lo natural (todas y solas las formas de comportamientos y expresiones de creatividad)
Tanto lo natural como lo espontaneo pueden ser expresiones positivas y constructivas para las personas como, igualmente, pueden ser negativas y destructivas.
Lo espontaneo es una expresión más de los seres humanos como una especie más y lo natural es la expresión de la naturaleza de las personas humanas. Ambas expresiones no tienen porqué ser contrapuestas, pueden ser complementarias o no serlo, pero no deben ser confundidas.

En segundo lugar, lo contrapuesto a la monogamia son la poligamia y la poliandría; ambas son formas de relación sexual-personal cuya finalidad "espontánea" ha sido procreativa y así se ha asegurado, a lo largo de la historia, la continuidad de la especie humana amenazada por muchas causas naturales (cataclismos) y sociales (enfermedades, guerras y endogamia)  y para ser elevadas a categoría de expresiones personales, "naturales", se les ha atribuido valores religiosos, cuyas formas externas han variado de un lugar a otro, de un grupo étnico a otro.

En la cultura occidental-actual son consideras ambas formas como inmorales (contrarias a la moral de las leyes sociales, de relación intersexual) por no ser necesarias, sino más bien perjudiciales, para el desarrollo de los colectivos humano-personales; en otras palabras, para controlar la explosión demográfica y las consecuencias económicas que de esto se derivan .

No es correcto considerar que haya poligamia o poliandría, cuando en la relación no hay un vínculo estable, sino relaciones sexuales casuales, orgías anónimas, pernoctas, amoríos, prostitución e intercambio de parejas, llamadas hoy swingers.

Y la última de estas consideraciones... el "amor".
Considerar amor a toda forma de intercambio... "más o menos voluntaria"...  de comportamiento sexo-genital, es una forma grosera de evadir usar el término, promiscuidad.
"Amor es el vínculo intelectivo-volitivo-libre que une a las personas para alcanzar, con mayor facilidad que desde el solipsismo, la plenitud de su ser de personas, en la perfección de lo posible", y éste vínculo puede darse desde la vivencia heterosexual, expresada de múltiples formas (en pareja o desde el celibato), de igual manera que desde la vivencia homosexual en todas sus variantes (de hombres o de mujeres).  El requisito imprescindible del amor es que el vínculo sea vivencialmente explícito (de alguna forma) en dirección al logro del objetivo... "el desarrollo de nuestro ser de personas" ( es persona saludable quien se guía por la veracidad para ser libres; bondad para ser honestos y belleza para ser creativos). 
La mentira, la maldad y lo denigrante nos rebajan a la categoría de especie subhumana cuyo objetivo es subsistir al menor costo posible.

He dicho, antes, que el poliamor es una forma de: 1. promiscuidad, 2. incontinencia y 3. de histeria de adolescencia-tardía. 

1. Afirmo ahora que, con veracidad, ha de ser llamado "poli-genitalización"; la promiscuidad más burdamente etológica (visible en todas las especies animales) elevada a rango de moda social
Ésta puede ser explícita como entre los que practica las relaciones swingers (heterosexuales u homosexuales) o implícita como la practicada por las parejas que con conocimiento claro aceptan la relación de "amantes" (de manera permanente o esporádica) de sus parejas, y la de aquellos que con "conciencia-inconsciente" (no quieren ni ver, ni pensar) admiten la relación de "toy-boy", que siempre ha existido en todas las clases sociales pero que ahora tiene categoría de status alto en las clases socio-económicas A y A-b.
La finalidad de la relación no es otra que la expresión quasi-irrestricta de las apetencias erótico-genitales, vividas desde la libertad-ostentorea que el post-modernismo nos permite exhibir.

2. Por eso afirmo que son manifestaciones de incontinencia, socialmente expuestas.  Han existido siempre, pero soterradas y ahora se expresan con categoría de "moda de comportamiento sexo-genital" porque en la educación infantil y adolescente (en el ámbito familiar como en el institucional) casi han desaparecido dos valoresel valor de los "límites" en las relaciones interpersonales y el valor de la alteridad-jerarquizada. En contraposición se enaltecen los seudo-valores de la "auto-estima y de la autonomía" y alrededor de ellos se ha erigido el concepto de "personalidad saludable".
Y porque los límites se soslayan en las relaciones de la "poli-genitalización" se intenta eliminar toda posibilidad procreativaOlvidan los que así viven que la relación sexo-genital "personalizada" (no ciega ni pulsional) tiene 3 cometidos: encuentro personal (con el estado y necesidades de la persona), experiencia de placer (por la creatividad estética continua) y procreación condigna (que prudentemente asegure la dignidad de la criatura engendrada). 

Con la vivencia de estos 3 cometidos de la relación sexo-genital, estoy convencido, de que no se puede "hacer el amor"; que "el amor hay que crearlo" y recrearlo todos los días y, de otro modo, no existe.  Cierto es que los tres cometidos no han de estar presentes en todos los acercamientos sexo-genitales pero sí han de formar parte de las relaciones sexo-genitales de las personas, como criterio de vida en común.

3. Asumir el reto en la relación interpersonal de crear y recrear el amor no es labor de niños ni de adolescentes y quienes desde la "poli-genitalización" intentan evadir la responsabilidad del amor adulto... con sus verbalizaciones y exaltaciones de estos comportamientos tan viejos como viejos son los comportamientos de los antropoides (nuestros parientes más cercanos que la practicansólo expresan conductas histéricas que les recuerdan su despertar genital adolescente.
Pero tienen una diferencia; en la época adolescente se daban dos posibilidades de comportamientos: los que no pasaban de ser fantasías y apetencias frustradas y que ahora, de adultos, pueden hacer realidad las negadas fantasías y... los que tuvieron apoyo en adultos y/o adultas para vivir la genitalidad sin consciencia adulta (responsabilizarse eficientemente de las consecuencias de sus actos) y que ahora no entienden porqué están anclados-subyugados y esclavizados a estos comportamientos. 

La razón es simple: todo cuanto vivimos, sin importar la categoría moral que se le haya dado y si nos ha beneficiado, o no,  genera en nuestros cerebros aprendizajes (y en el caso sexual, aprendizajes biológicos y por ello indelebles)de los que resultamos ser ciegos repetidores.
Para poder ser personas libres, veraces y creativamente-honestas, habremos de desarrollar los aprendizajes biológicos contrarios a los vividos (mediante la continencia necesaria y el autocontrol caracterológico) y estar vigilantes para evitar seguir siendo sojuzgados por nuestros aprendizajes adolescentes.

A juzgar por la extensión social de la "poli-genitalización"... cuántas carencias educativas tenemos, aún y cuán lejos estamos de tener vivencias sexo-genitales con creatividad personalizada.

¿Habrá entre estas carencias y todos los tipos de "guerras", alguna relación causal? ¿Qué les parece?

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