domingo, 13 de diciembre de 2015

NAVIDAD, NAVIDAD... ¡ DOLIENTE NAVIDAD !

La canción popular canta "NAVIDAD, NAVIDAD, DULCE NAVIDAD"; y con ello se quiere expresar que estas fiestas son de alegría, de encuentro, de familia, de comunidad, de bienestar.

Pero esta natividad o navidad gira en torno a la figura histórica de Jesús el Cristo, de Nazaret, de quien desconocemos la fecha real de su nacimiento y que, por comodidad catequética (o de marketing, diríamos hoy), la comunidad de sus seguidores, los cristianos, la celebramos en el solsticio de invierno porque, desde esta fecha (en el hemisferio norte) el sol incrementa las horas que nos alumbra, y Cristo, "sol que ilumina a todo hombre que viene a este mundo" (así reza una de las oraciones canónicas)... con la canción asumimos inconscientemente que nos tiene que asegurar "ex operae operato" (en expresión de teología sacramental), en automático diríamos ahora, esa alegría, encuentro, familia, comunidad y bienestar social e internacional, a todos quienes la cantan.
De hecho es tradición que desde, el Vaticano se imparta la "bendición urbi et orbi" ("que Dios diga bien" de la ciudad de Roma y del mundo, al orbe entero)

En la festividad de la natividad de Jesús el Cristo, con fe o sin ella, nos referimos a Él como el redentor, para la humanidad, de todas las ataduras evolutivas que arrastramos a lo largo del tiempo (individuales, familiares, sociales, históricas, culturales, tecnológicas) y, por consiguiente, no podemos dejar de recordar también que, cuando los seres humanos denigramos, agredimos o asesinamos a otros seres humanos, a estas acciones las llamamos "pecados" (porque, al obrar así, involucionamos hacia el "pecus = animal", de donde somos originarios).

Y ésta es la situación por la que estamos pasando, en este momento: el pecado de ASESINATO, otra vez, entre hermanos con igual cultura filosófica - matemática - arquitectónica - culinaria - musical etc. y con igual  creencia religiosa en un solo Dios, en el Dios que Jesús el Cristo nos ha revelado, y con un sólo Patriarca de la Fe, Abraham: judíos y cristianos contra musulmanes-islamistas.

Promueve este fratricidio la codicia de las riquezas y la ambición de las naciones con poder económico.  Por siglos, los países y gobiernos cristianos sojuzgaron a los países ahora islámicos sometiéndolos a la explotación de sus bienes materiales y a la ignorancia cultural-tecnológica de sus gentes y ahora, los gobernantes, de estos países, apoyados por la masa humana alienada a través de los medios de comunicación social, quieren asegurar la riquezas acumuladas y el poder que éstas les dan, apoderándose de las riquezas energéticas que los "hermanos" tienen, al igual que otrora Caín hiciera con Abel, como nos recuerda la narración mitológica del Génesis.

Protagonizamos otro momento de involución histórica; volvemos a re-editar las tristemente célebres Cruzadas del siglo XI, diez siglos más tarde; ¡ qué ironía numérica; XI y XXI !

Se argumentan para justificar la acción, otros criterios (terrorismo, islamización de la cultura occidental, crisis de los países musulmanes, emigración masiva) que ofrecen el espejismo de una lógica que no se guía por la verdad, en ninguno de los tres bandos en litigio.  La razón: hace siglos que no se quiere dialogar con el diferente para otra cosa que no sea explotarlo colonialmente y  esclavizarlo, sometiéndolo a la ignorancia.

Los cristianos, de esta manera... ¿a qué Dios y Padre podemos adorar, a qué fraternidad en Cristo -primero de los hermanos- podemos festejar con luces y cantares, a qué tolerancia dialogante y misericorde podemos acogernos en estas festividades?... cuando bombardeamos diaria, irreverente e indiscriminadamente a quienes hace poco apoyábamos en los supuestos intentos de reivindicación de su dignidad cívica...

Esta realidad social y mundial y por igual en los "tres grupos en litigio fratricida", tiene tres fuentes de creación y alimentación: 
-la familia porque en ella se enraíza la conciencia de igualdad o de diferencias con "los demás"; 
-la cultura social porque desde ella se enardecen las emociones del "estado de bienestar" y 
-la política porque desde ella, los grupos de poder económico logran manipular nuestra conciencia socio-culturale y de nuestra conciencia familiar, haciéndonos creer que lo alcanzado en el falaz y perversamente llamado "estado de bienestar económico y de bienestar familiar" es producto... solamente... de nuestro esfuerzo.   

Por lo esbozado líneas arriba, en esta NAVIDAD a los que tenemos cultura y conciencia cristianas, (y aquí estamos incluidos todos los países occidentales) por coherencia con nuestra fe, nos corresponde dar respuestas de cambio en los tres ámbitos en que se nutre la barbarie fratricida:

- en el ámbito familiar haciendo de nuestro entorno un espacio de autodominio del carácter, dirigido por la tolerancia en todo aquello que no sea dramático y cuando algo sea importante, cambiar los gritos, los gestos de dureza y las descalificaciones... por el DIÁLOGO PERMANENTE

- en el ámbito social y laboral, haciendo de la bondad en el trato, de la atención diligente, del cumplimiento de nuestros compromisos y obligaciones... una RESPUESTA DIALOGANTE

- en el ámbito político, haciendo de la vigilancia y de la denuncia sobre el quehacer de nuestros gobernantes (lo que hoy por medio de las tecnologías de la comunicación es muy fácil: solamente hay que sacrificar tiempo de descanso y ocio para acometer este deber cívico)  una obligación... de ÉTICA DIALOGANTE que nos impulse a elogiar lo bien hecho y a exigir rectificaciones en lo que vaya en contra de la dignidad-igualitaria de cualquier persona humana (para mayor abundancia me remito a los 5 últimos post publicados) 

Desde el compromiso de cambio eficiente en estos tres ámbitos de nuestro vivir sí podremos desearnos entre todos, con sentido veraz, FELICES FIESTAS DE NAVIDAD. 

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